Ópera de Budapest
La Ópera Estatal de Hungría es un verdadero emblema de la riqueza cultural y artística de Budapest. Este monumento arquitectónico, construido entre 1875 y 1884, no solo refleja la opulencia de la época, sino también la pasión por las artes que caracterizó a Hungría durante el siglo XIX. Diseñada por el célebre arquitecto Miklós Ybl, la ópera combina elementos del estilo neorrenacentista con detalles neobarrocos. Su estilo ecléctico es muy propio de Budapest y ha maravillado tanto a locales como a visitantes. Estas mezclas tan increíbles también se pueden observar en el Parlamento de Budapest, que es una reinterpretación del gótico medieval, en el Bastión de los Pescadores, que se remonta al primer románico, o en los Baños Széchenyi, que se inspiran en el barroco para después destacar con su propio estilo.
La Ópera de Budapest está situada en el centro de la ciudad, en el lado oriental del Danubio, concretamente en la elegante Avenida Andrássy; una de las arterias principales de esta zona de la urbe. Puedes llegar hasta la Ópera de Budapest gracias a la excelente red de transporte público que albergar la ciudad. Si quieres usar el metro, la estación Opera, de la línea M1 (la línea amarilla), se encuentra justo al lado del edificio. También puedes optar por los autobuses o tranvías que tienen paradas cercanas. Las líneas de autobús más recomendadas son las 105 y 178, mientras que los tranvías no tienen una parada inmediata en la ópera, pero las líneas 4 y 6 te dejan a poca distancia, en la intersección con la Avenida Teréz körút. Si tu hotel en Budapest está cerca del centro debes saber que puedes llegar fácilmente a pie. La Ópera se encuentra a unos 10 minutos andando desde la Plaza Deák Ferenc, un importante punto de referencia y conexión en la ciudad. El paseo por la avenida es agradable y está lleno de tiendas, cafeterías y arquitectura histórica.
Historia
La historia de la Ópera de Budapest se remonta a los tiempos de bonanza del Imperio Austrohúngaro. La construcción, financiada tanto por la ciudad como por el emperador Francisco José culminó en 1884. Desde entonces, el edificio ha sido un espacio de encuentro para la alta sociedad, albergando funciones de ópera y ballet de renombre. Uno de los eventos que más destaca por su tradición es el Baile de la Ópera que se lleva celebrando desde 1886 y para el que seguro que querrás conseguir entradas para la Ópera de Budapest durante tu visita. Nuestros expertos en viajes te lo recomiendan.
Durante el siglo XIX, las representaciones de ópera en Budapest comenzaron a consolidarse como una forma de entretenimiento sofisticada y accesible. Antes de la construcción de la Ópera Estatal de Hungría, los espectáculos se llevaban a cabo en teatros más pequeños y en condiciones más humildes. Con la apertura del edificio se dio un impulso a la profesionalización y expansión del repertorio operístico en la región. Fue en este contexto donde figuras como Gustav Mahler y Otto Klemperer dejaron su huella en la historia de la institución y asentaron las bases para que la alta sociedad emprendiera viajes a Budapest y contribuyera a hacer crecer el renombre artístico de esta capital europea.
Hoy, cada temporada de la Ópera de Budapest, que abarca de septiembre a junio, presenta una selección diversa de óperas y ballets que atraen a público de todo el mundo. El repertorio incluye tanto clásicos como nuevas producciones, manteniendo un equilibrio entre tradición e innovación. Además, la institución organiza visitas guiadas en varios idiomas, permitiendo a los turistas explorar el edificio y aprender sobre su rica historia y significado cultural. Esta es una de las actividades en Budapest mejor valoradas. Más allá de su rol como teatro de ópera en Hungría, la institución también alberga al Ballet Nacional Húngaro y a la Orquesta Filarmónica de Budapest.
Visitar la Ópera de Budapest
Visitar la Ópera de Budapest es una experiencia que puede adaptarse a diferentes intereses y horarios. En nuestra guía de viaje de Budapest te damos las claves. Si bien muchos turistas eligen asistir a un espectáculo de ópera o ballet, las visitas guiadas a la Ópera de Budapest son otra opción popular. Estos tours no solo permiten explorar los rincones más icónicos, sino que también suelen incluir un miniconcierto de diez minutos que brinda un adelanto de la calidad artística que caracteriza a este espacio. Durante estas visitas, los guías comparten anécdotas y datos históricos que enriquecen el recorrido, como el relato de cómo el emperador Francisco José I impuso que la ópera no superara en tamaño a su homóloga en Viena.
Desde luego que merece la pena visitar la Ópera de Budapest aunque no tengas entrada, el edificio en sí mismo es una obra de arte. La fachada principal, simétrica y decorada con esculturas, incluye figuras emblemáticas como las de Ferenc Erkel y Franz Liszt, dos de los compositores más influyentes de Hungría. Erkel, conocido como el autor del himno nacional húngaro, fue también el primer director musical de la Ópera Nacional de Hungría. Por su parte, Liszt, reconocido internacionalmente como uno de los mejores pianistas de todos los tiempos, simboliza la conexión de Hungría con la tradición musical europea.
El interior de la Ópera de Budapest es igualmente impresionante. Los turistas son recibidos por una majestuosa escalera de mármol que conduce al primer piso, donde los frescos de Bertalan Székely y Mór Than adornan los techos abovedados. Estas obras representan a las nueve musas, en un homenaje al arte y la inspiración. Además, una lámpara de bronce de más de tres toneladas ilumina el auditorio, que puede albergar a 1.261 personas. La forma de herradura del auditorio, combinada con su diseño acústico, garantiza una experiencia sonora de primer nivel. De hecho, estudios realizados en los años 70 confirmaron que la Ópera Estatal de Hungría posee una de las mejores acústicas de Europa, comparable solo con La Scala de Milán y el Palais Garnier de París.
Guía de la Ópera de Budapest
Visitar la Ópera Estatal de Hungría es adentrarse en un mundo donde la música, el arte y la arquitectura convergen para crear una experiencia única. Ya sea asistiendo a una representación, explorando su interior durante una visita guiada o simplemente admirando su imponente fachada, este edificio encapsula lo mejor de la tradición cultural húngara. Su historia, su belleza y su relevancia contemporánea lo convierten en un símbolo perdurable de la riqueza artística de Budapest, dejando una huella imborrable en quienes tienen la suerte de descubrirlo.