Castillo de Buda

El Castillo a través de los siglos

La historia del Castillo de Buda comienza en el siglo XIII, cuando el rey Béla IV, tras la invasión mongola, ordenó la construcción de una fortaleza para proteger la ciudad. Aunque de esa primera edificación quedan pocos vestigios, su influencia como punto estratégico en la defensa y administración del reino fue determinante. Posteriormente, durante el siglo XIV, se añadió un palacio gótico bajo el reinado de Esteban de Eslavonia, consolidando el Castillo de Budapest como residencia real.

Durante el reinado de Segismundo, emperador del Sacro Imperio Romano, la fortaleza alcanzó una transformación significativa, convirtiéndose en un espléndido ejemplo del estilo gótico tardío. Los añadidos de esta época incluyeron el magnífico Salón Romano del Castillo de Buda, con techos de madera tallada y ventanas que ofrecían vistas panorámicas de la ciudad. Además, la incorporación de detalles decorativos, como estatuas y balcones ornamentados, reforzó el carácter majestuoso del complejo.

Con la llegada al trono de Matías Corvino, uno de los monarcas más célebres de Hungría, el castillo vivió una nueva etapa de esplendor. Este rey, conocido por su amor al arte y la cultura, introdujo elementos renacentistas en la arquitectura del complejo. Durante este periodo, el Castillo de Buda también se convirtió en un importante centro cultural al albergar el epicentro literario de la época en la famosa Bibliotheca Corviniana. Aunque no queda nada parecido a lo que fue entonces, la Biblioteca que el castillo alberga hoy en día es una de las principales cosas que ver en el Castillo de Buda durante tu viaje a Budapest.

Sin embargo, los años de esplendor no estuvieron exentos de desafíos. Tras la muerte de Matías Corvino, los ataques del Imperio Otomano marcaron el inicio de una etapa de declive. En 1541, el castillo cayó en manos otomanas, y durante más de 140 años, el complejo fue testigo del desinterés y la destrucción. La reconquista cristiana de 1686, liderada por la Santa Liga, trajo consigo un asedio devastador que destruyó gran parte del castillo medieval. Las explosiones, los incendios y los combates arrasaron la mayor parte de las estructuras originales.

En el siglo XVIII, bajo el dominio de los Habsburgo, el Castillo de Buda comenzó a resurgir de sus cenizas. Durante el reinado de María Teresa, se llevó a cabo una ambiciosa reconstrucción en estilo barroco, reflejando el deseo de consolidar la unión entre Hungría y la monarquía austríaca. El nuevo diseño, con un patio central rodeado de edificios en forma de U, simbolizaba la grandeza imperial y restauraba al castillo su papel como centro de poder.

El siglo XX trajo consigo nuevos desafíos. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Castillo de Buda fue escenario de intensos combates en la Batalla de Budapest. Los bombardeos y la lucha dejaron el complejo en ruinas una vez más. Tras la guerra, bajo el régimen comunista, el castillo fue reconstruido en un estilo más sobrio y funcional, eliminando muchos de los elementos decorativos que habían definido su identidad barroca.

Qué ver en el Castillo de Buda

En la actualidad encontrarás dentro del Castillo de Buda importantes instituciones como la Galería Nacional Húngara, que exhibe una rica colección de arte húngaro, y el Museo de Historia de Budapest, que ofrece una visión detallada de los eventos que moldearon la ciudad. Además, la Biblioteca Nacional Széchényi, con su vasta colección de manuscritos y libros, continúa la tradición intelectual del castillo que en su momento inauguró el monarca Corvino.

El laberinto del Castillo de Buda es una de las atracciones más intrigantes y misteriosas que encontrarás en nuestra guía de viaje de Budapest. Este sistema subterráneo de túneles y cuevas naturales se formó hace miles de años debido a la acción de aguas termales que erosionaron la roca caliza. Durante la época medieval, se integró al sistema defensivo del Castillo de Buda, mientras que en el siglo XX fue adaptado como refugio antiaéreo durante la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, el laberinto del Castillo de Budapest se ha convertido en un atractivo turístico, con secciones habilitadas para que los visitantes puedan explorar su ambiente oscuro y enigmático. Destaca especialmente la "Cámara de la Oscuridad", iluminada únicamente por lámparas de aceite, lo que potencia la experiencia de misterio y aventura.

Si te preguntas qué ver en los alrededores del Castillo de Buda tienes que saber que hay todo un barrio que contemplar, por el que perderse e, incluso, en el que alojarse pues aquí se encuentran algunos de los mejores hoteles de Budapest. Las calles adoquinadas, flanqueadas por casas medievales y edificios barrocos, transportan a los visitantes a otra época. Este barrio, con su combinación de historia, cultura y arquitectura, es un testimonio del legado multicultural de la ciudad. Entre los puntos de interés cercanos se encuentran la Iglesia de Matías, un impresionante ejemplo de arquitectura gótica, y el Bastión de los Pescadores, desde donde se puede disfrutar de espectaculares vistas del Danubio.

Explorar el Castillo de Buda y sus alrededores es una experiencia que también puede complementarse con la rica gastronomía local. El barrio del Castillo es una zona pintoresca con calles adoquinadas y casas históricas que albergan restaurantes donde se puede disfrutar de la cocina húngara. Desde platos tradicionales como el goulash hasta propuestas más sofisticadas, esta área ofrece una variedad de opciones culinarias que encantan a los visitantes.