Plaza del Comercio

Descubre uno de los rincones más emblemáticos de la capital portuguesa con nuestras guías de viaje de Lisboa. La Plaza del Comercio, con su imponente arquitectura y su privilegiada ubicación junto al río Tajo, es mucho más que un lugar de paso: es un punto de encuentro con la historia, la cultura y el alma lisboeta. En esta guía te llevaremos a conocer todos los secretos que esconde este magnífico escenario urbano, desde sus monumentos hasta sus mejores rincones para disfrutar de la gastronomía local. Si estás planeando tu viaje, aquí comienza tu recorrido ideal por Lisboa.

Origen de la Plaza del Comercio

La Plaza del Comercio, conocida en portugués como Praça do Comércio, se alza sobre el lugar que ocupaba el Palacio Real de Ribeira, destruido por el terremoto de 1755. Tras el devastador seísmo y el posterior tsunami, el Marqués de Pombal impulsó una profunda reconstrucción de la ciudad y concibió esta plaza como símbolo del renacimiento de Lisboa. Su diseño en forma de ‘U’ abierta al río Tajo y su entorno porticado reflejan el espíritu ilustrado de la época. Quienes buscan conocer el pasado de la ciudad desde sus raíces, encuentran en este lugar un punto imprescindible en sus viajes a Lisboa.

¿Por qué se llama así la Plaza del Comercio?

El nombre de Plaza del Comercio se debe al papel que desempeñó este espacio en el desarrollo económico de la ciudad durante siglos. Desde sus inicios tras la reconstrucción, se convirtió en el corazón del comercio marítimo, albergando oficinas aduaneras, compañías de navegación y dependencias del gobierno relacionadas con la economía. Su ubicación estratégica, junto al puerto, facilitaba el constante ir y venir de mercancías y personas. Hoy, visitar este lugar forma parte esencial de muchas actividades en Lisboa, ya que representa tanto el pasado mercantil de la ciudad como su dinamismo actual.

¿Quién es el de la estatua de la Plaza del Comercio?

En el centro de la plaza se alza una impresionante estatua de bronce dedicada al rey José I, obra del escultor Machado de Castro. Inaugurada en 1775, fue la primera gran estatua ecuestre de Lisboa y celebra el liderazgo del monarca durante la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto. La escultura lo muestra montado a caballo, con una postura triunfal, rodeado de símbolos que evocan poder y estabilidad. Esta obra, que hoy adorna una de las plazas más visitadas de la capital, suele incluirse en muchos circuitos por Lisboa como parada obligatoria por su valor artístico y simbólico.

Estatua del rey José I en la Plaza del Comercio
Estatua del rey José I en la Plaza del Comercio

¿Cómo llegar a la Plaza del Comercio?

Llegar a la Plaza del Comercio es una experiencia sencilla y muy accesible para quienes aterrizan en la capital portuguesa. Desde el aeropuerto de Lisboa, bien comunicado con el centro de la ciudad, es posible tomar el metro, autobús o taxi y en pocos minutos encontrarse en pleno corazón histórico.

La línea roja del metro conecta directamente con la estación de Alameda, donde se puede hacer transbordo hacia la línea verde, que lleva hasta Baixa-Chiado, a escasos pasos de la plaza. También es posible llegar en tranvía o incluso en barco, si se opta por una travesía fluvial por el Tajo que desembarque en la ribera junto a esta explanada monumental.

La Plaza del Comercio, rodeada de calles emblemáticas, y muy próxima al barrio de Alfama, es fácilmente accesible a pie desde otros puntos turísticos, por lo que muchas visitantes la descubren durante un tranquilo paseo por el casco antiguo.

Para quienes planifican su escapada con antelación, elegir un vuelo más hotel en Lisboa es una opción muy práctica, ya que permite alojarse en zonas cercanas y disfrutar de la ciudad con total comodidad desde el primer momento. Todo está pensado para que llegar hasta aquí sea tan memorable como estar en ella.

Curiosidades de la Plaza del Comercio

  • Cais das Colunas: Frente al río Tajo, se alzan dos columnas de mármol conocidas como el ‘Cais das Colunas’. Estas columnas marcaban la entrada ceremonial a la ciudad y eran utilizadas por la realeza y embajadores al desembarcar en Lisboa. Algunos interpretan su diseño como un guiño masónico, representando las columnas del templo de Salomón.
  • Asesinato Real: El 1 de febrero de 1908, el rey Carlos I de Portugal y su hijo, el príncipe heredero Luis Felipe, fueron asesinados en la plaza mientras transitaban en carruaje. Este evento marcó el inicio del fin de la monarquía portuguesa.
  • Revolución de los Claveles: En 1974, la plaza fue escenario de la Revolución de los Claveles, un levantamiento militar que puso fin a la dictadura salazarista sin derramamiento de sangre. Los soldados colocaron claveles en los cañones de sus fusiles como símbolo de paz.
  • Arco Triunfal da Rua Augusta: Este imponente arco marca la entrada norte de la plaza y está adornado con esculturas de figuras históricas portuguesas como Vasco da Gama y el Marqués de Pombal. En su cima, una inscripción en latín reza: ‘Que las virtudes de los más grandes sean una enseñanza para todos’.
  • Café Martinho da Arcada: Ubicado en uno de los extremos de la plaza, este es el café más antiguo de Lisboa, fundado en 1782. Fue frecuentado por figuras ilustres como el poeta Fernando Pessoa y la cantante Amália Rodrigues.
  • Cambio de colores: Tras la proclamación de la República en 1910, los edificios que rodean la plaza fueron pintados de rosa, el color republicano, en contraste con el amarillo real que lucían anteriormente.
  • Centro de celebraciones: La Plaza del Comercio es un punto neurálgico para las celebraciones en Lisboa, especialmente durante la Nochevieja, cuando miles de personas se congregan para dar la bienvenida al nuevo año con fuegos artificiales y música en vivo.
El barrio de Alfama y la Catedral de Lisboa tras la Plaza del Comercio
El barrio de Alfama y la Catedral de Lisboa tras la Plaza del Comercio

¿Qué ver cerca de la Plaza del Comercio?

La Plaza del Comercio es el punto de partida perfecto para descubrir algunos de los lugares más emblemáticos de la capital portuguesa. A escasos metros se encuentra el Arco Triunfal da Rua Augusta, cuya subida ofrece una vista panorámica espectacular del centro histórico y el río Tajo. Desde allí se accede a la Rua Augusta, una animada calle peatonal repleta de tiendas, cafés y artistas callejeros, que conduce hasta la emblemática Plaza Rossio. Muy cerca también se encuentra el Elevador de Santa Justa, una joya de la arquitectura neogótica que conecta la Baixa con el barrio alto y ofrece vistas privilegiadas de los tejados lisboetas.

En los alrededores de la plaza, los visitantes pueden sumergirse en la historia de Alfama, uno de los barrios más antiguos de la ciudad, conocido por sus callejuelas estrechas y sus casas tradicionales. Justo al lado contrario, se encuentra el Barrio Alto, un distrito con un encanto único. También es posible caminar hasta la Catedral de Lisboa, la Sé, o acercarse al Museo del Azulejo y al Mercado da Ribeira para explorar el arte y la gastronomía local. Sin duda, moverse por esta zona es esencial para quienes buscan descubrir qué ver en Lisboa, ya que ofrece un abanico de atractivos culturales, históricos y gastronómicos en un radio fácilmente abarcable a pie.

Una plaza con un gran legado histórico

Explorar la Plaza del Comercio es adentrarse en el corazón de Lisboa, donde la historia, la cultura y el paisaje urbano se encuentran en perfecta armonía. Desde su legado arquitectónico hasta su papel como centro neurálgico de la vida lisboeta, esta plaza resume la esencia de la capital portuguesa. Si estás planificando una escapada a esta ciudad fascinante, no dejes de consultar las guías de viajes de Nautalia, donde encontrarás información detallada, recomendaciones exclusivas y todo lo necesario para vivir una experiencia inolvidable en Lisboa.

¿Te gustaría viajar a Lisboa?

Encuentra la mejor opción para tus vacaciones.