
Parque Rural de Anaga
El Parque Rural de Anaga es una de las joyas naturales más impresionantes de Tenerife. Ubicado en el extremo noreste de la isla, este espacio protegido es un auténtico paraíso para los amantes del senderismo y la naturaleza. Su paisaje abrupto, repleto de barrancos, bosques de laurisilva y acantilados que se sumergen en el océano, lo convierten en un destino imprescindible para quienes buscan circuitos por Tenerife lejos de las zonas más turísticas.
Este parque, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, es el hogar de una biodiversidad única en el mundo. Sus senderos serpentean entre montañas cubiertas de vegetación prehistórica, pueblos pintorescos y miradores espectaculares. Si estás organizando qué ver en Tenerife, incluir una visita a este lugar es una decisión acertada, ya que te permitirá conocer un lado más auténtico y salvaje de la isla.
Mejores rutas del Parque Rural de Anaga
El Parque Rural de Anaga ofrece una gran variedad de senderos que permiten adentrarse en su naturaleza exuberante y descubrir sus paisajes únicos. Uno de los más recomendados es el Sendero de los Sentidos, que parte desde la Cruz del Carmen. Este recorrido corto pero envolvente atraviesa un bosque de laurisilva donde la humedad y la niebla crean una atmósfera mágica. Es perfecto para quienes buscan una experiencia accesible, ya que cuenta con pasarelas de madera y puntos de información sobre la flora y la fauna de la zona.
Para quienes desean una caminata más exigente, el sendero que une Afur con la playa de Tamadite es una opción fascinante. Comienza en el pequeño caserío de Afur y desciende a través de barrancos espectaculares hasta llegar a la costa, donde las olas rompen con fuerza contra los acantilados. El contraste entre la vegetación verde del interior y la inmensidad del océano hace de esta ruta una de las más impresionantes del parque.
Otra alternativa inolvidable es la ruta que conecta Chamorga con el Faro de Anaga. Desde este pueblo apartado, los caminantes se adentran en un paisaje de montañas escarpadas y valles cubiertos de vegetación autóctona. El recorrido ofrece vistas panorámicas impresionantes y culmina en un antiguo faro que domina la costa, un lugar perfecto para detenerse y contemplar la inmensidad del Atlántico.
El Bosque Encantado, ubicado en la zona de El Pijaral, es otro de los senderos más populares de Anaga. Este recorrido, que requiere un permiso especial para su acceso, permite adentrarse en uno de los bosques de laurisilva mejor conservados del archipiélago. La frondosidad de los árboles, la humedad constante y la sensación de estar en un ecosistema primitivo hacen de esta ruta una experiencia única para los amantes de la naturaleza.

¿Cómo se llega al Parque Rural de Anaga?
El acceso al Parque Rural de Anaga es relativamente sencillo desde diferentes puntos de la isla. Desde Santa Cruz de Tenerife, la carretera TF-12 serpentea a través de montañas y ofrece un trayecto lleno de miradores con vistas espectaculares. Esta ruta lleva directamente a la Cruz del Carmen, uno de los principales puntos de partida para explorar la zona. Para quienes se alojan en hoteles en Tenerife en la zona norte, el acceso desde La Laguna es otra alternativa recomendable, con un trayecto corto pero lleno de curvas que atraviesa el corazón del parque.
Otra forma de llegar a Anaga es con el transporte público. Las líneas de autobús conectan Santa Cruz y La Laguna con algunos de los caseríos del parque, como Taganana o Afur. Sin embargo, la frecuencia de los autobuses es limitada, por lo que si se desea recorrer diferentes senderos en un mismo día, alquilar un coche es la alternativa más cómoda y flexible.
¿Cuánto se tarda en visitar?
El tiempo necesario para explorar el Parque Rural de Anaga depende de la experiencia que se quiera vivir. Para una visita rápida, medio día puede ser suficiente para recorrer el Sendero de los Sentidos y disfrutar de alguno de los miradores más accesibles. Sin embargo, para quienes desean conocer a fondo la riqueza natural del parque, lo ideal es dedicar al menos un día completo.
Los senderos más largos, como el que une Afur con la playa de Tamadite o la ruta hasta el Faro de Anaga, requieren varias horas de caminata. En estos casos, es recomendable empezar temprano para aprovechar al máximo la luz del día y evitar las horas de mayor calor. Algunos viajeros optan por dividir la visita en varios días, combinando el senderismo con la exploración de los pequeños caseríos de la zona, como Taganana o Chamorga, donde se puede disfrutar de la gastronomía local en un entorno tranquilo y apartado del turismo masivo.
La vegetación del Parque Rural de Anaga
Uno de los mayores atractivos del Parque Rural de Anaga es su excepcional riqueza vegetal. La laurisilva es la protagonista de estos bosques húmedos, un ecosistema relicto de la Era Terciaria que hoy solo sobrevive en algunas regiones subtropicales. Árboles como el laurel, el viñátigo o el tilo forman un dosel espeso que mantiene la humedad y da refugio a una gran variedad de especies endémicas.
A medida que se desciende en altitud, el paisaje cambia y aparecen especies como los cardones y las tabaibas, más adaptadas a la aridez de las zonas bajas. En los acantilados y barrancos crecen helechos gigantes y bejeques, mientras que en la costa la vegetación se adapta a la influencia del océano, con plantas resistentes a la salinidad y los fuertes vientos.

No te pierdas el pulmón verde de Tenerife
Visitar el Parque Rural de Anaga es una experiencia que permite descubrir una de las caras más salvajes y auténticas de Tenerife. Sus senderos llevan a paisajes de otro tiempo, donde la vegetación prehistórica, los barrancos profundos y la brisa del océano crean una atmósfera única. Para quienes buscan algo más que playas y turismo convencional, este rincón de la isla ofrece una aventura inolvidable, combinando actividades en Tenerife al aire libre con la posibilidad de conocer pequeños pueblos que aún conservan su esencia tradicional.
Ya sea recorriendo los bosques de laurisilva, admirando la inmensidad del Atlántico desde sus miradores o degustando la gastronomía local en caseríos apartados, Anaga es un destino que merece un lugar especial en cualquier guía de viajes. Si estás organizando tus viajes a Tenerife, dedicar un día a explorar este paraíso natural será una decisión acertada.