Hundertwasserhaus

¿Dónde está Hundertwasserhaus?

Es muy sencillo llegar a Hundertwasserhaus, ya que se encuentra a pocos minutos del centro de la ciudad. Específicamente en el distrito de Landstraße, en la calle Kegelgasse 34-38. Este edificio situado en una zona residencial tranquila destaca de inmediato por sus colores y su diseño irregular. Para llegar Hundertwasserhaus se puede tomar el tranvía, el metro o el autobús desde distintos puntos de la ciudad. Para que puedas disfrutar al máximo de este lugar, te recomendamos encarecidamente que trates de reservar hotel en Viena centro.

A pesar de ser un complejo de viviendas privadas, el exterior del Hundertwasserhaus puede admirarse libremente en cualquier momento del día. No obstante, no se puede ver Hundertwasserhaus por dentro ya que se trata de un edificio privado.

Quienes deseen conocer más sobre su creador y su filosofía pueden dirigirse al Kunst Haus Wien, un museo cercano dedicado a la obra de Friedensreich Hundertwasser, que se encuentra en la calle Untere Weißgerberstraße 13. Además, en los alrededores hay cafés, galerías de arte y espacios culturales que complementan la visita, ofreciendo una experiencia enriquecedora para los amantes del arte y la arquitectura.

Pero, ¿qué es Hundertwasserhaus?

Hundertwasserhaus no es un simple conjunto de apartamentos, sino que es un verdadero manifiesto arquitectónico que desafía las normas tradicionales de la construcción y pone en el centro la armonía entre el ser humano y su entorno. Y que además contrasta con la gran cantidad de edificios con arquitectura bella, pero tradicional que ya has podido investigar en la guía de viajes de Viena.

Este edificio de arquitectura vanguardista en Viena se construyó entre 1983 y 1985, y su origen está estrechamente vinculado a la visión de su creador, Friedensreich Hundertwasser (1928-2000). Este artista, pintor y arquitecto austríaco tenía una filosofía muy clara sobre la arquitectura: debía ser creativa, inspiradora y, sobre todo, respetuosa con la naturaleza. Su participación en el diseño de este complejo residencial fue resultado de una invitación del entonces alcalde de Viena, quien buscaba dotar a la ciudad de una construcción innovadora y artística.

Hundertwasser siempre se opuso a la rigidez de las líneas rectas y las estructuras homogéneas, argumentando que la naturaleza no crea ángulos perfectos, sino formas fluidas y asimétricas. Desde el inicio, Hundertwasser dejó claro que su objetivo no era solo embellecer el espacio, sino también desafiar los principios establecidos de la arquitectura moderna. Su rechazo a la uniformidad y a las estructuras rígidas lo llevó a diseñar un edificio donde ningún elemento fuera idéntico a otro, otorgando a cada apartamento una identidad propia dentro de un conjunto orgánico y lleno de vida.

El proyecto comenzó en colaboración con el arquitecto Josef Krawina, quien participó en la planificación inicial, pero debido a diferencias creativas abandonó la obra en 1983. Fue entonces cuando Peter Pelikan tomó el relevo, encargándose de convertir los bocetos y visiones de Hundertwasser en un diseño arquitectónico realista.

Qué ver en Hundertwasserhaus

Durante tu viaje a Viena puedes experimentar la esencia artística de la arquitectura en todo su esplendor al conocer vestigios artísticos de todos los estilos. Si después de maravillarte ante el Palacio Schonbrunn, la Catedral de Viena o el Museo de Historia del Arte de Viena te apetece ver algo distinto, te recomendamos acercarte a este edificio residencial vienés. Aquí te mostramos todo lo que ver en Hundertwasserhaus.

En este edificio la fachada de Hundertwasserhaus predomina por colores intensos y formas orgánicas. La estructura presenta una superficie ondulante que da la sensación de estar en constante movimiento, evocando la irregularidad natural del paisaje en lugar de la rigidez artificial de las construcciones convencionales. El autor del proyecto también creía firmemente en el "derecho de la ventana", es decir, el derecho de cada habitante a decorar el espacio alrededor de su ventana de la manera que deseara, extendiendo su influencia personal más allá del interior de su vivienda. Esta idea refuerza la individualidad de cada residente y rompe con la monotonía impuesta por la arquitectura moderna. Además de que el visitante puede comprobar que cada ventana de Hundertwasserhaus es distinta.

Otro de los aspectos más llamativos del Hundertwasserhaus es su profunda integración con la naturaleza. El artista creía que la arquitectura debía respetar el medioambiente y ofrecer espacios donde las personas pudieran reconectar con el mundo natural. Por ello, el edificio cuenta con más de 200 árboles y arbustos en sus terrazas y balcones.

Si tienes la oportunidad de ver el interior de Hundertwasserhaus, tienes que fijarte en el suelo, que no es plano sino irregular, siguiendo la creencia del artista de que los suelos lisos son una imposición innecesaria que priva a las personas de la conexión con el terreno.

Hundertwasserhaus alberga un total de 53 apartamentos, junto con cuatro locales comerciales ubicados en la planta baja. También cuenta con terrazas privadas y comunitarias, que fomentan el contacto entre los vecinos y refuerzan la idea de un entorno habitable más humano.

A pesar de su carácter residencial, el edificio ha atraído a miles de visitantes desde su inauguración, convirtiéndose en una de las atracciones más fotografiadas de Viena. Debido a que no se permite el acceso al interior para los turistas, la mejor forma de conocer más sobre el trabajo de Hundertwasser es visitando el KunstHausWien, un museo dedicado a su obra, donde se pueden admirar bocetos, pinturas y maquetas de sus proyectos.