
Plaza de San Pedro
La Plaza de San Pedro es el lugar más cercano al corazón del catolicismo, así como al estado-ciudad del Vaticano, localizado, a su vez, en el centro de Roma. La plaza, de una belleza y una espiritualidad sobrecogedoras, abraza a fieles y turistas con sus grandes y ovaladas columnatas y los acoge en un acto de bienvenida hacia la basílica cristiana más grande del mundo: la Basílica de San Pedro. En la plaza del Vaticano podrás admirar y disfrutar de la amplitud y la armonía del espacio y las formas, marcados por la fuerza del obelisco y armonizado por el plácido sonido de las fuentes, todo ello bendecido por el cielo de Roma.
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¿Dónde está la Plaza de San Pedro?
La Plaza de San Pedro en Roma se encuentra en la Ciudad del Vaticano, un enclave con autonomía de nación dentro de la capital italiana. Su proximidad a otras zonas turísticas como el Castillo Sant'Angelo, a unos pocos metros a pie simplemente siguiendo una de las pocas calles rectilíneas del casco histórico de Roma, conocida actualmente como Vía de la Conciliación; y otros muchos lugares de interés turístico que se encuentran al otro lado del Tíber. Si caminas hacia el centro de Roma desde la Plaza San Pedro primero te encontrarás la Plaza Navona, después el Panteón de Agripa y más allá la Fontana de Trevi y la Plaza de España.
La Plaza de San Pedro del Vaticano es fácilmente accesible mediante diversas opciones de transporte. La forma más sencilla es tomar la línea A del metro de Roma hasta la estación Ottaviano-San Pietro. También se puede llegar en autobús, con varias líneas que paran cerca de la plaza. Para quienes prefieren caminar, la plaza se encuentra a un agradable paseo de aproximadamente 20-30 minutos desde el centro de Roma, lo que permite disfrutar de las vistas y el ambiente de la ciudad en el camino.

Historia de la célebre plaza del Vaticano
La Plaza de San Pedro y la basílica homónima se encuentran en un valle entre la colina Vaticana y el Janículo, una ubicación que, en la época romana, estaba ocupada por el Circo de Nerón y un cementerio que posteriormente se conocería como la necrópolis vaticana. Según la tradición, en este cementerio fue enterrado San Pedro tras su martirio en el circo. En el siglo IV, el emperador Constantino decidió erigir una basílica sobre esta tumba, dando origen a la Basílica Constantina de San Pedro y a la primera versión de la plaza, llamada Platea Sancti Petri.
Durante la Edad Media, esta zona experimentó varias transformaciones. El Papa Nicolás V intentó convertir el espacio en una plaza porticada, pero su visión no se materializó inmediatamente. Fue el Papa Alejandro VI quien, para el jubileo del 1500, ordenó la creación de una vía rectilínea, la Via Alessandrina (actual Via della Conciliazione), mejorando así el acceso a la plaza de San Pedro.
Con el inicio del Renacimiento, se decidió la reconstrucción completa de la basílica bajo el pontificado de Julio II. Este proyecto involucró a grandes arquitectos como Bramante, Rafael, Miguel Ángel y Bernini. La construcción de la nueva basílica, con su icónica cúpula, se prolongó durante más de un siglo y definió la futura estructura de la plaza del Vaticano.
A mediados del siglo XVI, el Papa Sixto V mandó trasladar un antiguo obelisco egipcio en el centro de la plaza de San Pedro, uniendo simbólicamente la tradición antigua con la nueva fe cristiana. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII, bajo el diseño del arquitecto Gian Lorenzo Bernini, que la plaza adquirió su forma definitiva. Bernini creó un impresionante espacio abierto rodeado por columnatas que abrazan a los visitantes, simbolizando los brazos de la Iglesia acogiendo a los fieles.
Qué ver en la Plaza de San Pedro
Hay mucho que ver en este lugar y mucho que disfrutar. En la guía de viajes de Roma hemos decidido ofrecerte algunas claves sobre los monumentos más importantes de la Plaza de San Pedro.
La columnata de Bernini
La plaza está dividida en dos secciones: una trapezoidal y otra ovalada. Las columnas que rodean la plaza del Vaticano, diseñadas por Bernini, están dispuestas en cuatro filas que crean un efecto visual de movimiento y profundidad. Estas columnatas de San Pedro están compuestas por 284 columnas y 88 pilastras, rematadas por 96 estatuas de santos.
El obelisco y las fuentes
El obelisco central de la plaza de San Pedro, transportado desde Egipto, es uno de los elementos más destacados de la plaza. Flanqueado por dos fuentes, una de Carlo Maderno y otra de Bernini, estos elementos no solo tienen una función decorativa, sino también práctica, ayudando a enfriar el aire en los calurosos veranos romanos.
La Basílica de San Pedro
La fachada de la Basílica de San Pedro, diseñada por Carlo Maderno, se eleva majestuosamente al final de la plaza. La basílica misma, con su cúpula diseñada por Miguel Ángel, es visible desde varios puntos de Roma, siendo un faro espiritual y arquitectónico. En su interior, la basílica alberga obras maestras del arte cristiano, incluyendo la Pietà de Miguel Ángel y el Baldaquino de San Pedro de Bernini.

Repasa a fondo nuestra guía de la Plaza de San Pedro
La Plaza de San Pedro es, sin duda, uno de los espacios más impresionantes y significativos del mundo. Su rica historia, su espléndida arquitectura y su profundo significado espiritual la convierten en un lugar único que continúa atrayendo a millones de visitantes cada año. Al recorrer sus amplios espacios y admirar sus monumentos, uno no puede evitar sentir la grandeza de la historia y la fe que impregna cada piedra de este lugar sagrado. Así que no lo dudes e incluye este lugar de interés histórico y turístico tan famoso en el mundo entero.